lunes, 21 de abril de 2008

Conciencia de clase y revolucion: Dar la vida por los derechos sociales y proletarios

Por. Roxana Rios
(Fragmento )

" Matanza de la Escuela Santa María de Iquique fue una masacre cometida en Chile el de1907. En estos eventos fueron asesinados de trabajadores del salitre que se encontraban en huelga general, mientras alojaban un numero indeterminado de obreros en la escuela Santa María del puerto de Iquique. Los eventos que configuran los hechos, suceden durante el auge de la producción salitrera en el norte grande Chileno, bajo los gobiernos parlamentarios . La huelga, provocada por las míseras condiciones de trabajo y explotación de los trabajadores, fue reprimida por medio del indiscriminado uso de la fuerza armada por parte del gobierno del presidente Pedro montt. El general Roberto Silva Renard, comandando las unidades militares bajo instrucciones del ministerio del interior Rafael Sotomayor Gaete, ordenó reprimir las protestas, matando a cientos de trabajadores y dando un trato especialmente duro a los sobrevivientes.

Sus antecedentes históricos se encuentran en el nacimiento del movimiento obrero en general, y el sindicalismo en particular. Ambos iniciaron su desarrollo dentro de los mineros del salitre, en tiempos de profunda decadencia institucional de su país..." Artaza Barrios, Pablo y otros (1998), A 90 años de los sucesos de la Escuela Santa María de Iquique, Santiago: LOM Ediciones.

Este ensayo tiene por fin explicar como las clases trabajadoras obreras han sido victimas de atrocidades en la historia de Chile. Una representación de esto fue la Matanza ocurrida en 1907, en la cual se violaban los derechos humanos de los hombres y mujeres. Podemos decir que este hecho fue uno de los que marco la historia en Chile, como así también la matanza en la plaza colon en Antofagasta, en el cual queda plasmado la intensidad de los movimientos sindicales, la lucha de la clase obrera por defender sus derechos. Este fenómeno social sigue ocurriendo en nuestro país y en América latina.

En Chile podemos decir que estamos claramente frente a un extremo abuso de poder, abuso ejercido por las clases oligárquicas quitándoles el derecho a la claseproletaria de recibir sueldos dignos, bienestar para sus familias, dignidad, respeto, en definitiva un trato mas digno. Esta sensación de desprotección y abuso que perciben las clases proletarias, se suma a la implantación del modelo capitalista neoliberal, que no ha traído progreso en absoluto para las clases trabajadoras, muy por el contrario trajo consigo una creciente incertidumbre en cuestión de empleos y la esclavitud laboral y salarial aumentan.

Las clases más vulnerables son victimas de la explotación por parte de los gobiernos oligárquicos, frente a esto los trabajadores se agrupan en sindicatos para hacer frente a la absurda política con respecto a los salarios, exigiendo al gobierno una organización de las políticas publicas, mas equitativas y justas, que valoren y dignifiquen la producción que realizan, la clase proletaria se ve en la necesidad de conformar organizaciones sociales que persiguen la igualdad en derechos, como también así adherirse a doctrinas como el anarquismo, el socialismo, el sindicalismo y otras llamadas también sociedades en resistencia. Podemos decir que el anarcosindicalismo fue perseguido z atacado tras la matanza en la Escuela Santa Maria, cabe decir bajo un gobierno parlamentario.

El comité de huelga se llamaba “Asamblea de Salvación Obrera”, y estaba presidido por dos sujetos de tendencia anarquista: José Brigg, dirigente de la Unión Pampina, y Luis Olea. Artaza Barrios, Pablo y otros (1998), A 90 años de los sucesos de la Escuela Santa María de Iquique, Santiago: LOM Ediciones.

Los trabajadores se ven obligados a realizar movimientos sociales, como las marchas, huelgas, a lo cual se han unido los distintos grupos sociales, obreros, dueñas de casa, estudiantes, produciéndose así una lucha en las calles, donde esta siempre presente la represión por parte de las fuerzas de seguridad publica.

“…Entre seis y siete mil huelguistas fueron llevados a la fuerza al Hipódromo, convertido en una especie de campo de concentración. Muchos fueron “quinteados”, es decir, seleccionados cada cinco, y fusilados, método que 66 años más tarde el autor vio emplear en las cárceles de Pinochet. Acerca del número de muertos, varios investigadores estiman que llegó a una cifra aproximada de dos mil, incluyendo a casi todos los miembros del Comité de Huelga. Julio César Jobet decía: “En mi ensayo crítico del desarrollo económico y social de Chile he recordado el testimonio de mi padre Armando Jobet Angevin, suboficial del regimiento Carampangue, a quien le correspondió el primer turno de entrega de cadáveres, y recogió 900, calculando una cifra mayor para los otros turnos. La cantidad de 2.000 a 2.500 muertos le parecía ajustada a la realidad”132… “ Artaza Barrios, Pablo y otros (1998), A 90 años de los sucesos de LA Escuela Santa María de Iquique, Santiago: LOM Ediciones

Sin duda los ejemplos que ha entregado la lucha de la clase proletaria a servido para crear nuevas fuerzas en las organizaciones sociales, entregándole una conciencia e identificación a los trabajadores con la clase proletaria, invitando a esta clase a luchar por los derechos que reconocen como justos, sin duda las experiencias históricas pasadas influyen en lo que hoy son los movimientos sociales, sindicales, proletarios.

Hoy en día podemos ver como es que la propaganda en manos de la burguesía realiza los esfuerzos destinados a desmoralizar a la clase obrera, con el fin de persuadirla de que no tiene que reclamar, que no tiene voy, que no existe.

Creemos, el proletariado se constituye en clase social solo por el injusto hecho de ser victimas de explotación, vendiendo su fuerza de trabajo por un salario, si bien existe una cantidad considerable de sujetos que son conocedores y están dispuestos a luchar por lo que les corresponde, concientes del sistema opresor y alienador de capitales; modelo instaurado por un Estado estratégico neoliberal y dominante; siendo así el proletariado una clase social revolucionaria en el sistema capitalista; así también lamentablemente no todos los que pertenecen a esta clase social se encuentran identificados con ella.

En numerosos casos, los dirigentes sindicales anarquistas sirvieron de puente entre los estudiantes y obreros. “… El anarcosindicalismo, precisamente, entró en crisis cuando surgieron en América Latina los primeros movimientos populistas, dispuestos a introducir ciertas reformas sociales, con el fin de canalizar a su favor el descontento obrero. La fuerza de los anarquistas también tuvo relación con la estructura artesanal de vastos sectores de la clase trabajadora… El anarcosindicalismo, que se diferencia de anarquismo filosófico y existencial de la intelectualidad de aquel entonces, fue la primera organización del proletariado chileno que tuvo un sector clandestino para la preparación de cuadros experimentados en la acción directa armada. Al igual que hermanos de otros países, se cobraron la venganza de clase con los asesinos del pueblo.” (Vitale:99)


Vitale. Luis .” Interpretación marxista de la historia de Chile” 1994. editorial lom. Santiago Chile