Son las 3:06 am y yo no consigo dormir. No lo sé… no me sienta bien el pillama, no me gusta el tono de mi piel con este color. El gato me mira por la ventana. Afuera llueve mucho, aquí por una extraña razón ha salido el sol. En ocasiones como esta me encantaría volver al sombrero; tal vez allí conversando con los duendes, estos instantes pasarían más rápidos.
Miró mis dibujos pegados en la pared de mi pieza, tratando de encontrar la puerta de entrada, pero extrañamente hoy no me siento lo suficientemente espiritual. Pero sólo me dan un poco de miedo.
Esta noche mi habitación no tiene nada de romanticismo, se quedo con el gato bajo la lluvia. Lo único romantico son un par de canciones guardadas en el PC de escritorio. Esas que le pediría a un DJ de motel para pasar un mejor momento.
Le pregunto a la foto de velador si le molesta que ponga una de esas canciones, me responde; “no sueñes que bailaré contigo, esta noche estarás sola”. Tenía razón; esta noche la pasaré sola.
Son las 3:47 am; no veo mis manos. Creo que las debí atar. Ellas solo esperan un minuto de descuido para volar a recordar, se escoden para que no las prive de mis secretos. Secretos que una persona conocía muy bien. Secretos que ni siquiera yo conozco del todo. Le pido a mis dedos que me cuenten que ven, que sienten. Pero no hay peor ciego que el que no quiere escuchar. Yo me escuchaba, ellos no.
Son las 4:12 am es hora de dormir, por lo menos el cansancio me conducirá al sueño.
Mañana es un día de emociones profundas y cansadas. De encuentros y lejanías. Día de reproches y de amor. De soledades cubiertas con frasadas rojas y sabanas de lino. Es una día lleno de palabras de cortezías, que esconden rencores. De sueños pisoteados por el destino. De manos que se evitan y de abrazos complices. De nuevos titulos sociales en la baja socieda. De pasiones escondidas. De sujetas que se sientan junto a su pareja y se encuentran pensando en otro. De sujetos que sueñas con la mujer que esta tres asientos más alla. De exponentes que temen mirán al público. De público que teme levantar la mano para opinar.
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PD: Estoy en el cofee breack. NO estoy sacando la vuelta.
Miró mis dibujos pegados en la pared de mi pieza, tratando de encontrar la puerta de entrada, pero extrañamente hoy no me siento lo suficientemente espiritual. Pero sólo me dan un poco de miedo.
Esta noche mi habitación no tiene nada de romanticismo, se quedo con el gato bajo la lluvia. Lo único romantico son un par de canciones guardadas en el PC de escritorio. Esas que le pediría a un DJ de motel para pasar un mejor momento.
Le pregunto a la foto de velador si le molesta que ponga una de esas canciones, me responde; “no sueñes que bailaré contigo, esta noche estarás sola”. Tenía razón; esta noche la pasaré sola.
Son las 3:47 am; no veo mis manos. Creo que las debí atar. Ellas solo esperan un minuto de descuido para volar a recordar, se escoden para que no las prive de mis secretos. Secretos que una persona conocía muy bien. Secretos que ni siquiera yo conozco del todo. Le pido a mis dedos que me cuenten que ven, que sienten. Pero no hay peor ciego que el que no quiere escuchar. Yo me escuchaba, ellos no.
Son las 4:12 am es hora de dormir, por lo menos el cansancio me conducirá al sueño.
Mañana es un día de emociones profundas y cansadas. De encuentros y lejanías. Día de reproches y de amor. De soledades cubiertas con frasadas rojas y sabanas de lino. Es una día lleno de palabras de cortezías, que esconden rencores. De sueños pisoteados por el destino. De manos que se evitan y de abrazos complices. De nuevos titulos sociales en la baja socieda. De pasiones escondidas. De sujetas que se sientan junto a su pareja y se encuentran pensando en otro. De sujetos que sueñas con la mujer que esta tres asientos más alla. De exponentes que temen mirán al público. De público que teme levantar la mano para opinar.
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PD: Estoy en el cofee breack. NO estoy sacando la vuelta.
