Abro lo ojos recién cuando se oculta el sol, últimamente me he llevado mejor con la luna.
Desde esta habitación que no es la mía puedo escuchar como los duendes me hablan desde el otro lado de la pared, me dicen que en el sombrero sale el sol, que hace calor y que cada día hay más flores, aquí pues la verdad es que se suicidaron antes que cayera la nieve, continua nevando en este lugar.
Ya no quiero estar en este lugar, quiero mi cama. Quiero volver a abrazar mi almohada y soñar que estoy a millones de kilómetros de distancia, pues abrazando al sol, pero no ese sol del sombrero del mago trikiñakis, sino ese sol tiene unos brazos fuertes para abrazarme.
Tal vez lo mejor que pueda hacer es entrar al sombrero e ir a visitar a mis amigos, últimamente solo les saludo a través del espejo.
