Me sonreíste y salió el sol ¿Quién dijo que llueve en el fin del mundo?
Ahí estaban nuevamente, frente a frente. no hacían falta las palabras, era el tiempo de las miradas, las sonrisas, el tacto, el olfato, tiempo de oír como suenan los latidos, la respiración hasta que se entrelazan en un mismo tiempo.
No hacía frío, no era posible, ya no existían miedos del pasado, ni siquiera les importaba que pasaría mañana. No era como en las películas, los actores actúan y los amantes se aman. Mary y Andrew definitivamente eran amantes. .
Volar no es un verbo, es la mejor actividad...
Colores!
=)
ResponderEliminarMe alegro...
"erase una ves un hombre pegado a una nariz..."
que bonito es duendear jejeje saludos duenda!
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